viernes, 27 de enero de 2012

Más no me rindo ni desespero: Dios en la poesía española del siglo XXI (y II)

El Cristo en la Cruz, de Rouault


En Ábside de nuestros labios (Vida Nueva, nº 2.762) mostramos cómo la poesía religiosa crece –y se multiplica– entre los poetas contemporáneos españoles aunando calidad, fervor y tradición. Ahora, completamos aquella exégesis de de lecturas atentos especialmente a la presencia del poeta-sacerdote desde finales del siglo XX a nuestros días y a la selección de otros autores laicos que, de algún modo, los complementan, incluidos algunos místicos como el joven Enrique Barrero, quien proclama en uno de sus versos: “Mas no me rindo, Dios, ni desespero”, y que nos sirve para enmarcar esta segunda entrega, de nuevo, sin voluntad alguna de crítica ni ánimo antológico, sino de reseñar algunas publicaciones recientes.
“En los orígenes, poeta y sacerdote eran uno. Las épocas posteriores los separaron, pero el verdadero poeta ha permanecido siendo sacerdote, como el verdadero sacerdote ha permanecido siendo poeta. ¿El futuro no debería restaurar a su antiguo orden las cosas”, afirma Novalis en su Estudios sobre Fichte y otros escritos (Akal).
La concepción del poeta-sacerdote, inherente a la doctrina del romanticismo, ha dado muchas vueltas en la teoría y en el símbolo. No hay que reiterar lo ya dicho en el Pliego Ábside de nuestros labios. Dios en la poesía española del siglo XXI (I) –Vida Nueva, nº 2.762, 16-22 de julio de 2011– acerca de si es o no lo promulgado por Vicente Gaos, de acuerdo con Vicente Aleixandre, de que toda poesía es religiosa.
Ni siquiera abrir de nuevo debate alguno recordando los versos del jesuita y poeta Jorge Blajot (Barcelona, 1921-1992), muy sensible al misterio y a la paradoja de la fe, en su poema “Sacerdote-poeta”:
(…) Porque creas belleza inaprensible,
porque traes el perdón,sacerdote,
tú eres el poeta esencial.
Más sacerdote aún por ser poeta,
que a tu mirar se transparenta el cosmos.

En la anterior exégesis de lecturas y poetas quisimos dar cuenta de que, desde la Generación de los 50, no se ha dejado de escribir en España poesía religiosa, en contra de lo que se difunde, y que, como constatan poetas del grupo Númenor, por ejemplo, hoy se están escribiendo versos de altos vuelos, sorprendentes y vivificantes.
Poesía religiosa, por lo demás, en toda la amplitud que el término admite. Leopoldo de Luis abría en 1969 su antología Poesía Religiosa proclamando el inicio de la poesía contemporánea con Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado, tres interpretaciones –afirmaba también– de Dios: “Son las tres grandes columnas del pórtico que da entrada a la poesía española del siglo XX. Unamuno, o la religión hecha poesía. Juan Ramón Jiménez, o la poesía hecha religión. Antonio Machado, o el Dios que se sueña”.
Detrás de ellos, y ahí es donde Leopoldo de Luis quería llegar, se ha de entender toda poesía religiosa que se escribe con posterioridad en España. No solo la de Rubén Darío, Manuel Machado, Ángel Ganivet o la Generación del 27, además de José María Pemán, Dámaso Alonso,Leopoldo Panero, Alfonso Canales o Carmen Conde, sino también los versos de sus 38 antologados, desde José María Valverde y su “concepción católica de la vida” a José García Nieto, Manuel Pinillos, Concha Zardoya, Blas de Otero, Vicente Gaos, Rafael Morales, Rafael Montesinos, José Hierro, Claudio Rodríguez, Manuel Alcántara, Paco Garfias, Antonio y Carlos Murciano, Manuel Mantero o José Luis Tejada. [...]

NOTA: EN LOS PRÓXIMOS DÍAS SE COLGARÁ EL PLIEGO COMPLETO EN FORMATO PDF



En el nº 2.785 de Vida Nueva. Pliego completo para suscriptores

La novela de la semana | Elsa Osorio: La capitana


La aspiración ética y estética que contiene la narrativa de Elsa Osorio (Buenos Aires, 1952) había quedado bien patente en novelas como Cielo de tango (2006) y A veinte años, Luz (2008), o en los relatos de Callejón con salida (2009). Ahora, recupera una figura desconocida en la intrahistoria de la Guerra Civil, pero que va mucho más allá: la argentina Mika Feldman de Etchebéhère (1902-1992), la Capitana.

Elsa Osorio se basó en testimonios de personas que la sobrevivieron, cartas, documentos, manuscritos de Mika y de su compañero Hipólito, para escribir la extraordinaria historia de la única mujer que comandó una columna –del POUM– y que vivió, finalizada la contienda española, en primera línea la aventura ideológica e intelectual del siglo XX.

Del anarquismo libertario de su adolescencia en una provincia de su Argentina natal a los grupos clandestinos de oposición al estalinismo en Francia. Una olvidada, una derrotada, de la historia, pero que la prosa súbita de Osorio recrea con indudable fascinación.


Elsa Osorio: La capitana (Siruela), Madrid, Enero de 2012, 288 páginas, 19,95 €


En el nº 2.785 de Vida Nueva

Lea el primer capítulo de la novela, gracias a la editorial Siruela
Enlace con la página de Elsa Osorio en la web de Siruela

Ante un año unamuniano



Salamanca celebrará a lo largo de 2012 el 75º aniversario de la muerte de Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936). Un abanico de exposiciones, obras de teatro, conciertos, cine, talleres, ciclos de conferencias, encuentros literarios, publicaciones y hasta rutas turísticas bautizadas en su conjunto como el “año unamuniano”
El Ayuntamiento, junto a la Universidad de Salamanca –de la que Unamuno fue rector–, anunciará como colofón una gran exposición sobre su legado histórico. Legado que se preserva en su Casa-Museo, con su escritorio, sus plumas, su cama y su biblioteca de más de 6.000 volúmenes, además de 25.000 cartas, manuscritos y borradores.
Otra exposición de relieve será Don Miguel de Unamuno. Una vida en fotografías, en colaboración con la Filmoteca Regional, que ocupará la Sala de Santo Domingo, en donde podrán verse más de un centenar de fotografías del insigne rector –realizadas por fotógrafos de renombre como Gombau, Ansede y Alfonso, entre otros– halladas hace seis meses en el depósito de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca, junto a 41 dibujos del propio Unamuno.
En la programación cultural destacan también el concierto de la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca, que interpretará la obra del compositor Joaquín Rodrigo, Música para un códice salmantino, que fue escrita en 1953 sobre las siete primeras y las tres últimas estrofas de la Oda a Salamancade Unamuno.
estatua de Miguel de Unamuno en Salamanca
Estatua de Unamuno en Salamanca
Así como el que dará el grupo Zafra Folk, que ha musicado 17 sonetos escritos durante su estancia en Fuerteventura, talleres de papiroflexia y un ciclo de cine con documentales como El sentimiento trágico de la vida o La soledad de un agitador.
Unamuno protagonizará, además, el Día del Libro, la Feria Municipal del Libro y el Encuentro de Poetas Iberoamericanos.
La Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y de Saberes coproducirá la adaptación dramática de Niebla y Fedra, como complemento a un programa de actos que cuenta con la colaboración de la Junta de Castilla y León, la Filmoteca Regional, la Diputación, la Universidad y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.
Bilbao se suma al homenaje
La celebración comenzó el 31 de diciembre –día del fallecimiento y del 75º aniversario–, en Bilbao, en donde el Ayuntamiento y el Gobierno Vasco se sumaron al “año unamuniano” con una ofrenda floral.
Mientras, en Salamanca se inauguró la primera muestra en su honor, precisamente en el Ayuntamiento –en donde en octubre ya se le devolvió al filósofo su acta de concejal, arrebatada en octubre de 1936– y acerca del proceso de creación del medallón, obra del escultor Oscar Alvariño, que se colocó en la Plaza Mayor en 1986, coincidiendo con el 50º aniversario de su muerte.
Otras iniciativas, como la reedición de todas sus obras, que ha emprendido la editorial Austral completan una celebración que pretende, ante todo, acercar “la figura y el pensamiento” de un Unamuno que fue un profesor, un pensador, un escritor, comprometido con todo lo que le rodeaba y, ante todo, con España. Y, por supuesto,“profundamente religioso y místico”, como le definiera el filósofo Manuel García Morente. [...]





En el nº 2.785 de Vida Nueva. Reportaje completo para suscriptores 

miércoles, 18 de enero de 2012

A propósito de Manuel Longares y el premio de "mejor libro del año" de la Fundación Umbral a "Las cuatro esquinas"



He aquí a uno de los narradores más precisos, sólidos y singulares de la literatura española contemporánea. Manuel Longares (Madrid, 1943). Y lo ha conseguido batallando en solitario, sin cenáculos ni voceros, tan sólo con una narrativa heredera de la mejor tradición: a ratos alcanza una profundidad unamuniana, valleinclanesca o galdosiana; en otros instantes, es una prolija comedia entre Azcona y Berlanga.
Pero Longares es Longares, único, siempre reconocible; en todo momento, se lee con placer y nunca defrauda. Porque siempre escribe al paso: de lo que conoce o de lo que ha vivido a fondo. Y siempre dice mucho más de lo que parece. Qué decir de obras maestras como Romanticismo –su mejor novela–, que en cierto modo también subyace en esta última entrega: Las cuatro esquinas.
Una por cada relato que conforma un toda una vida: infancia, adolescencia, madurez y ancianidad de un narrador que gira y gira en torno a dos obsesiones: la música y los vestigios del franquismo.
Manuel Longares: Las cuatro esquinas (Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores), Barcelona, mayo de 2011, 160 páginas, 16,90 €

Publicado en la sección de la "Novela de la Semana", en el nº 2.756 de Vida Nueva.
Comunicado de la Fundación Francisco Umbral:


Las cuatro esquinas, de Manuel Longares, ganador de la primera edición del "Premio Francisco Umbral al libro del año"

La Fundación Francisco Umbral ha dado a conocer esta mañana el libro ganador del "Premio Francisco Umbral al libro del año". En esta primera edición, el premio, dotado con 15.000 euros y una estatua diseñada por Alberto Corazón, ha recaído en Manuel Longares, por su libro Las cuatro esquinas, editado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores
El jurado, presidido por Dña. Carmen Iglesias y compuesto por D. César Antonio de Molina, D. Juan Cruz, Dña. Fanny Rubio, D. Santos Sanz de Villanueva, D. Fernando Rodríguez Lafuente, D. Carlos Aganzo y D. Manuel Llorente Machado, ha decidido otorgar el premio a este libro por mayoría por: "la narración, en cuatro periodos, de la vida española desde la Guerra Civil hasta nuestros días utilizando para ello metáforas que provienen de una atenta contemplación de la historia y de un magisterio innegable a la hora de narrar. Es un libro que refleja el poderío novelístico del autor de obras comoRomanticismo y La novela del corsé".
España Suárez, viuda de Francisco Umbral y Presidenta de la Fundación Francisco Umbral, ha declarado que el escritor se sentiría muy satisfecho con este premio, ya que era lector del premiado.Fanny Rubio ha añadido que además ambos escritores tienen mucho en común: "hablan de Madrid, de España, de la urbe, los cafés, el costumbrismo. tienen una mirada semejante, los dos son lectores de Galdós, podríamos decir que se trata de un diálogo entre ambos, que nos encontramos frente a un espejo de dos narradores magistrales".
Juan Cruz ha querido destacar que Manuel Longares "es un gran escritor, uno de los más grandes de los últimos 30 años, aunque no es tan conocido como debiera" y ha calificado el libro ganador como "punzante, deslumbrante".
Como anécdota, Juan Cruz ha relatado que Longares recibió la llamada que le comunicaba este premio estando en el metro. El propio autor nos confirma que así ha sido y se ha mostrado sorprendido por este galardón. Al mismo tiempo, ha destacado que se trata de un premio "de reconocimiento" y lo agradece porque no es un premio buscado. Tal y como explica Longares, "Las cuatro esquinas es un libro que trata de cuatro épocas de Madrid" y esto le une a Umbral, "el gran cronista de la ciudad". Su novela, por tanto, "se inscribe en la nómina de escritores madrileños, con nombres como Max Aub y, por supuesto, Umbral".
Tal y como ha explicado Leticia Espinosa de los Monteros, Directora General de la Fundación Francisco Umbral,  la Fundación Francisco Umbral nació el 12 de enero de 2009 con el objetivo de estudiar, preservar y difundir la obra, tanto periodística como literaria, de este escritor, además de servir a nuestra cultura ayudando en el fomento de las letras y del idioma español. Por todo ello, la Fundación decidió poner en marcha este premio a la creación literaria. El galardón recaerá sobre un libro en español cuya primera edición se haya publicado entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año en que concurra. La convocatoria será anual.
Por último, Isabel Rosell, Directora de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Comunidad de Madrid, ha anunciado en la rueda de prensa que el acto de entrega del premio será el próximo 28 de febrero en la Real Casa de Correos de Madrid y que contará con la presencia de Dña. Esperanza Aguirre, Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Para más información: www.fundacionumbral.es







jueves, 12 de enero de 2012

La novela de la semana | Ricardo Menéndez Salmón: La noche feroz


Detrás de la sorprendente “trilogía del mal” de Ricardo Menéndez Salmón (Gijón, 1971) –que incluye las novelas La ofensa (2007), Derrumbe (2008) y El corrector (2010)– habita La noche feroz. Reeditada por Seix Barral, fue publicada en la minoritaria editorial asturiana KRK en 2006, sólo hace cinco años, pero cuando aún Martínez Salmón no había ocupado este lugar selecto entre lo más interesante de la última literatura española.
En primer lugar, porque en ella arraiga el “enigma del mal” que el autor desarrolló en la trilogía que le ha hecho reconocido, especialmente la magnífica La ofensa. El mal, el daño, es uno de los grandes temas de la literatura –si no el primero– pero bajo el foco del narrador asturiano encuentra un eco entre la fascinación y la angustia.
 Esta vez se sirve del telón de fondo de la guerra civil, para narrar un drama rural que quizás abusa de los arquetipos y que debe mucho a “Los demonios” de Dostoievski. Sirve, en cualquier caso, para penetrar más en la literatura de Menéndez Salmón.


Ricardo Menéndez Salmón: La noche feroz (Seix Barral), Barcelona, octubre de 2011,112 páginas, 15 €


En el nº 2.775 de Vida Nueva
Enlace con la web de Seix-Barral

El sueño de un confesor: el 300 aniversario de la Biblioteca Nacional

Una visitante observa una de las obras de la exposición "300 años haciendo historia". Foto: Biblioteca Nacional

La Biblioteca Nacional, creada el 19 de diciembre de 1711 por Felipe V para satisfacer a su confesor, el padre Pierre Robinet, cumple tres siglos. Su colección supera los 28 millones de documentos. Posee una imponente colección de manuscritos e incunables religiosos. Una gran exposición da el pistoletazo de salida a la conmemoración.
Un 29 de diciembre de 1711 Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, daba el visto bueno al plan de creación de una Biblioteca Real abierta al público. La idea había partido de su consejero y confesor, el padre Pierre Robinet, siguiendo el modelo de la Bibliothèque du Roi parisina: “Una biblioteca que fuera la piedra angular sobre la que levantar de nuevo un imperio más allá de las armas, de los cañones, de las conquistas”.
El padre Robinet, jesuita y tercer confesor del Rey en España,  supo presentarle a Felipe V, más aficionado a las cartas que a la lectura, el proyecto como “una obra que remataría la gloria de su nombre” y se erigió en verdadera alma mater de la nueva Biblioteca Real, que se ubicó entre el Palacio Real y el convento de la Encarnación, abriendo al público ya el 1 de marzo de 1712.
A Robinet, el marqués de Saint Simon le describe en sus Memorias benignamente: «Robinet no tenía ningún interés, ninguna ambición; no estaba contaminado de ultramontanismo y sólo era jesuita en cuanto era compatible con el honor y la conciencia. Era fundamentalmente hombre de bien; amaba, pues, el bien por el bien mismo, y era tan valiente como discreto. Toda la corte y toda España le amaba, le honraba, tenía confianza en él; no por eso se vanagloriaba ni se estimaba en más, y era recto, verídico y enemigo de toda intriga”.
En un primer momento, además de Robinet, también participaron en el germen de la Biblioteca Nacional el marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, y Melchor de Macanaz. Más de un siglo después –ya en la sede de la calle Arrieta–, en 1836 recibiría el nombre actual de Biblioteca Nacional, denominación que ya se le da en la Constitución de 1812. No sería hasta 1896 cuando se inauguraría el actual edificio del Paseo de Recoletos. Por primera vez, la Biblioteca fundada por Felipe V en 1712 contaba con un edificio propio construido especialmente para tal función.
300 años haciendo historia
"Libro de las horas" de Beatriz de Vega
Las primitivas procedencias de aquella Biblioteca que imaginó el padre Robinet acumulaba dispares colecciones, desde la llamada Biblioteca de la Reina Madre –que era la existente en el Alcázar Real–, la donada por el Marqués de Mondéjar, la adquirida al Duque de Medinaceli o las confiscadas al Duque de Uceda y al arzobispo de Valencia Antonio Folch Cardona. A las que se van sumando manuscritos e incunables procedentes de los conventos dominicos de Santo Tomás el Real, en Ávila, o de San Vicente Ferrer, en Plasencia, de los que aún hoy procede gran parte de los tesoros de la colección de “Manuscritos, Vitrina y Reserva”, que conforman, sin duda, las joyas de la Biblioteca Nacional.
Actualmente, posee unos 23.000 manuscritos, “auténticos tesoros de nuestro patrimonio bibliográfico, muchos de ellos de valor incalculable”, como describe Manuel Sánchez Mariana, y que incluyen una importante colección de libros de horas, códices medievales iluminados, beatos, todos ellos piezas claves del patrimonio cultural español.
Desde su origen, la Biblioteca Nacional reúne algunos de los manuscritos e incunables fundamentales en el relato de la Iglesia en España y testimonios innegables de su presencia en la vida privada, como la extraordinaria y amplia colección de Libros de Horas desde mediados del siglo XIII a mediados del siglo XVI.
Entre ellos, el de Leonor de la Vega (siglo XV) o el de Carlos VIII, rey de Francia (siglo XV). Estos pueden verse en la exposición “300 años haciendo historia”, que en la misma Biblioteca Nacional exhibe su historia, su evolución tecnológica, sus principales colecciones o sus hitos más significativos.
Para el comisario de la muestra, José Manuel Lucía, Catedrático de Filología Románica de la Universidad Complutense de Madrid, el reto ha sido aunar en una sola exposición todo lo que se deseaba: "Queríamos contarlo todo, aprovechar la oportunidad única de celebrar el Tricentenario para acercar al visitante a la historia de la BNE, sus tesoros, sus edificios, su estructura, sus trabajos diarios, sus retos y sus desafíos". Pero lo que le queda al visitante, sobre todo son las obras expuestas, apenas un retazo de los más de 28 millones de documentos depositados actualmente en la Biblioteca Nacional...
En el nº 2.783 de Vida NuevaReportaje completo para suscriptores

lunes, 9 de enero de 2012

Antonio Núñez, autor de La estrategia del pingüino: “La comunicación es hoy más democrática”

Antonio Núñez en una de sus intervenciones

Antonio Núñez (Jerez, 1970) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y MBA por ESADE. Autor de Será mejor que lo cuentes (Empresa activa), es un especialista en comunicación de empresas y partidos políticos que ha acabado de publicar La estrategia del pingüino, título que inaugura la colección de un nuevo sello editorial, Conecta. Este consultor responde a muchas de las preguntas acerca de cómo comunicarnos en el mundo de hoy.

P: ¿Por qué somos pingüinos?
R: Las nuevas tecnologías están convirtiéndonos en especímenes que vivimos muy juntos, muy apretados, permanentemente interconectados y en medio de un ruido ensordecedor que hacen que la comunicación esté cambiando.
P: ¿Cómo?
R: Es una comunicación más persona a persona. Cualquier miembro anónimo de la colonia puede lanzar un mensaje que de clic en clic informático puede alcanzar una difusión planetaria o convocar a todo un país a las plazas.
P: Esto tiene que ver con Democracia real ya
R: Sí, tiene que ver con la libertad, la igualdad y la horizontalidad que imponen las nuevas tecnologías. No podemos acallar, controlar, ni tapar a nadie. Los grandes conglomerados mediáticos y políticos han descubierto que carecen de influencia para frenar la fuerza imparable de una comunidad de personas, de pingüinos, que hace ruido y reclama atención a sus problemas. Es lo que tiene la red. Democracia real ya tiene mucho que ver con una colonia de pingüinos.
P: Explíquese…
R: Ante la incertidumbre buscamos el calor y la confianza de la colonia. Por puro instinto nos zambullimos de cabeza en cada mensaje o noticia en cuanto vemos que los demás se lanzan. La gran ventaja es que a la hora de comunicar ya no hay «machos alfa» que imponga su fuerza, como tampoco existen en las colonias de pingüinos.
P: ¿Pero nos comunicamos mejor?
R: Nos comunicamos con más frecuencia que nunca, en tiempo real y sin apenas limitaciones de tiempo, distancia o coste. Puede que nuestra comunicación sea más emocional, más superficial e impulsiva que antes, pero a cambio es más democrática. Para hacerse oír ya no es necesario disponer de los recursos de las grandes empresas, los partidos políticos o los grupos mediáticos.
P: Pero tiene sus peligros…
R: Los inconvenientes son la saturación de mensajes, una manera de comunicar de boca en boca más impulsiva e irracional, los peligros de confiar en íntimos desconocidos y el riesgo de colaborar con malentendidos y rumores en cadena sin pretenderlo.
P: Es lo que llama “hacer el pingüino”, ¿no?
R: Sí. Es cuando entramos en el juego que nos ofrece esta nueva forma de comunicación sin reflexionar demasiado ni en el mensaje ni en las consecuencias de nuestra participación en la cadena.
P: Lo que, en cambio, interesa es cómo “lograr pingüinos”…
R: Lograr un pingüino es poner en marcha un proceso de comunicación en cadena. Si un pingüino se lanza al agua, poco a poco todos los demás pingüinos se lanzan también por instinto al agua. Y esto ocurre también con los mensajes cuando conseguimos poner en marcha un proceso de comunicación en cadena de alcance masivo.
P: ¿Cómo ha de ser ese mensaje?
R: Funcionan mejor cuando son verdaderos relatos. Los relatos logran que transformemos simples datos en emociones y sensaciones genuinamente personales. Mediante la narración, y no sólo la argumentación, conseguiremos seducir a nuestra audiencia y hacer que invierta su tiempo en nosotros.
P: ¿Realmente tenemos tiempo para digerir toda la información que se nos echa encima?
R: Lo estamos sacando de nuestras horas de sueño y de nuestra tranquilidad. Porque confiamos cada vez menos de la labor profesional de filtrado, selección y comprobación de fuentes del periodismo tradicional… Pero no nos es rentable. A la larga opino que volveremos a confiar en el periodismo profesional y remitirán estas fiebres.


Apoyo: Ante la vorágine de la información en internet
Todo lo dicho para la comunicación en el nuevo escenario digital vale también, según Antonio Núñez, para la comunicación dentro de la empresa. ¿Cómo evitar ser manipulados? “Negándonos a ser interrumpidos por asalto, exigiendo siempre saber la fuente de una información y tratando de no sucumbir a la vorágine de la aceleración y la saturación. Si aceptamos recibir y responder 60 correos electrónicos al día es más fácil ser manipulados, dispondremos de menos tiempo para la reflexión y la crítica”, contesta. Aunque la gran paradoja es que lo que Núñez llama “comunicación de persona en persona”, muchas veces, se hace sin conocer ni ver a esa otra persona: “Sin embargo es más probable que tengas más afinidad, empatía y confianza con un desconocido durante un proceso de comunicación de persona en persona que seleccionando al azar a una persona de la cola en la panadería de tu barrio. En un proceso de comunicación de persona en persona hay filtros y mecanismos de construcción de reputación previos a la comunicación”. No hay que fiarse de cualquiera.


En la revista MAS nº 666.

La novela de la semana | Steven Millhauser: Martin Dressler


Una de las deudas por zanjar en las vacaciones es la lectura de aquellas novelas que se van acumulando sin remedio. Con Martin Dressler he satisfecho la inquietud de leer a Steven Millhauser (Nueva York, 1943) e ir más allá con la fascinación por Nueva York. Pero se encuentra mucho más: algo quizás tan pertinente como el equilibrio entre los sueños y lo cotidiano, matizado por esa carrera, entre la casualidad y la angustia, del protagonista por ir construyendo un emporio económico.

Puede ser que, en cierto modo, Martin Dressler constituya la historia del sueño americano, del siglo XX mismo, pero, en el fondo, pesa ante todo el retrato de un fracaso indudable: la incapacidad para vivir, para crear una familia, para, en definitiva, ser humano. En el camino, en el contexto de esta novela biográfica, nos enfrentamos a algunos excesos narrativos, como esa obsesión por el recuento, por los detalles más nimios, como el catálogo completo de productos de una tabaquería al final del siglo XIX. Pero Millhauser –su cuento "Eisenheim el ilusionista fue llevado al cine en 2006 bajo el título de El ilusionista– acaba por imponerse como un constructor de sueños innegable.



Steven Millhauser: Martin Dressler (Libros del Asteroide), Barcelona, septiembre de 2011, 272 páginas, 21,95 €


En el nº 2.783 de Vida Nueva
Enlace con la web de Libros del Asteroide