lunes, 9 de enero de 2012

Antonio Núñez, autor de La estrategia del pingüino: “La comunicación es hoy más democrática”

Antonio Núñez en una de sus intervenciones

Antonio Núñez (Jerez, 1970) es licenciado en Administración y Dirección de Empresas y MBA por ESADE. Autor de Será mejor que lo cuentes (Empresa activa), es un especialista en comunicación de empresas y partidos políticos que ha acabado de publicar La estrategia del pingüino, título que inaugura la colección de un nuevo sello editorial, Conecta. Este consultor responde a muchas de las preguntas acerca de cómo comunicarnos en el mundo de hoy.

P: ¿Por qué somos pingüinos?
R: Las nuevas tecnologías están convirtiéndonos en especímenes que vivimos muy juntos, muy apretados, permanentemente interconectados y en medio de un ruido ensordecedor que hacen que la comunicación esté cambiando.
P: ¿Cómo?
R: Es una comunicación más persona a persona. Cualquier miembro anónimo de la colonia puede lanzar un mensaje que de clic en clic informático puede alcanzar una difusión planetaria o convocar a todo un país a las plazas.
P: Esto tiene que ver con Democracia real ya
R: Sí, tiene que ver con la libertad, la igualdad y la horizontalidad que imponen las nuevas tecnologías. No podemos acallar, controlar, ni tapar a nadie. Los grandes conglomerados mediáticos y políticos han descubierto que carecen de influencia para frenar la fuerza imparable de una comunidad de personas, de pingüinos, que hace ruido y reclama atención a sus problemas. Es lo que tiene la red. Democracia real ya tiene mucho que ver con una colonia de pingüinos.
P: Explíquese…
R: Ante la incertidumbre buscamos el calor y la confianza de la colonia. Por puro instinto nos zambullimos de cabeza en cada mensaje o noticia en cuanto vemos que los demás se lanzan. La gran ventaja es que a la hora de comunicar ya no hay «machos alfa» que imponga su fuerza, como tampoco existen en las colonias de pingüinos.
P: ¿Pero nos comunicamos mejor?
R: Nos comunicamos con más frecuencia que nunca, en tiempo real y sin apenas limitaciones de tiempo, distancia o coste. Puede que nuestra comunicación sea más emocional, más superficial e impulsiva que antes, pero a cambio es más democrática. Para hacerse oír ya no es necesario disponer de los recursos de las grandes empresas, los partidos políticos o los grupos mediáticos.
P: Pero tiene sus peligros…
R: Los inconvenientes son la saturación de mensajes, una manera de comunicar de boca en boca más impulsiva e irracional, los peligros de confiar en íntimos desconocidos y el riesgo de colaborar con malentendidos y rumores en cadena sin pretenderlo.
P: Es lo que llama “hacer el pingüino”, ¿no?
R: Sí. Es cuando entramos en el juego que nos ofrece esta nueva forma de comunicación sin reflexionar demasiado ni en el mensaje ni en las consecuencias de nuestra participación en la cadena.
P: Lo que, en cambio, interesa es cómo “lograr pingüinos”…
R: Lograr un pingüino es poner en marcha un proceso de comunicación en cadena. Si un pingüino se lanza al agua, poco a poco todos los demás pingüinos se lanzan también por instinto al agua. Y esto ocurre también con los mensajes cuando conseguimos poner en marcha un proceso de comunicación en cadena de alcance masivo.
P: ¿Cómo ha de ser ese mensaje?
R: Funcionan mejor cuando son verdaderos relatos. Los relatos logran que transformemos simples datos en emociones y sensaciones genuinamente personales. Mediante la narración, y no sólo la argumentación, conseguiremos seducir a nuestra audiencia y hacer que invierta su tiempo en nosotros.
P: ¿Realmente tenemos tiempo para digerir toda la información que se nos echa encima?
R: Lo estamos sacando de nuestras horas de sueño y de nuestra tranquilidad. Porque confiamos cada vez menos de la labor profesional de filtrado, selección y comprobación de fuentes del periodismo tradicional… Pero no nos es rentable. A la larga opino que volveremos a confiar en el periodismo profesional y remitirán estas fiebres.


Apoyo: Ante la vorágine de la información en internet
Todo lo dicho para la comunicación en el nuevo escenario digital vale también, según Antonio Núñez, para la comunicación dentro de la empresa. ¿Cómo evitar ser manipulados? “Negándonos a ser interrumpidos por asalto, exigiendo siempre saber la fuente de una información y tratando de no sucumbir a la vorágine de la aceleración y la saturación. Si aceptamos recibir y responder 60 correos electrónicos al día es más fácil ser manipulados, dispondremos de menos tiempo para la reflexión y la crítica”, contesta. Aunque la gran paradoja es que lo que Núñez llama “comunicación de persona en persona”, muchas veces, se hace sin conocer ni ver a esa otra persona: “Sin embargo es más probable que tengas más afinidad, empatía y confianza con un desconocido durante un proceso de comunicación de persona en persona que seleccionando al azar a una persona de la cola en la panadería de tu barrio. En un proceso de comunicación de persona en persona hay filtros y mecanismos de construcción de reputación previos a la comunicación”. No hay que fiarse de cualquiera.


En la revista MAS nº 666.