viernes, 27 de julio de 2012

El Códice Calixtino regresa a la catedral de Santiago



La Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional recupera el incunable del siglo XII, primera descripción de la ruta jacobea, en un garaje propiedad de un extrabajador del Cabildo.

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ
Del robo del Códice Calixtino, hace justo un año, se han escrito cientos de reportajes sobre tramas internacionales de obras de arte, publicado decenas de novelas que querían ser best-seller con la primera guía del Camino de Santiago como protagonista, grabado más de un programa con especulaciones del más allá y difundido teorías de todo tipo sobre mensajes ocultos en las páginas del incunable del siglo XII… pero, seguramente, en lo que más se ha insistido, es en la incapacidad de la Iglesia en la protección de su gran patrimonio. 

La imaginación es libre. Lo único cierto es que la semana pasada la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacionaldetenía a José Manuel Fernández Castiñeiras, que fue trabajador de la Catedral de Santiago durante 25 años, y detrás del robo no se esconde más que un episodio de codicia y, a juzgar por el relato policial, de venganza.

El director del Museo de la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo, siempre había declarado “más factible” que la desaparición del Códice estuviera vinculada a la acción de alguna persona del entorno. Una versión que la Brigada de Patrimonio asumió apenas un mes después del robo y ahí decidió centrar la investigación.

Foto del Códice publicada por el Arzobispado
Según fuentes de la propia catedral, el enfrentamiento causado por el despido de Fernández Castiñeiras por el Cabildo, sumado al patrimonio inmobiliario que este poseía, le convirtió en el principal sospechoso. La intuición de Yzquierdo y de la Policía Nacional se ha confirmado justo cuando se cumple un año de la desaparición del manuscrito del siglo XII.

Pero Fernández Castiñeiras tenía en su poder, en domicilios, garajes y trasteros en Santiago, O Milladoiro, Negreira (A Coruña) y O Grove (Pontevedra), mucho más: bandejas de plata, monedas históricas, un Libro de las Horas de procedencia medieval, diez facsímiles del Códice, correspondencia y documentación personal de miembros del Cabildo, llaves del complejo catedralicio y hasta 1,2 millones de euros y dólares en efectivo en dos de sus domicilios. Según la versión policial, probablemente, proceden del robo en el cepillo de los peregrinos durante años, cantidades que anotaba en una libreta, y, a la vez, de la venta de algún objeto procedente de la Catedral.

También su mujer, María Remedios Nieto Mayo, el hijo y la novia de este, fueron detenidos como cómplices, aunque los dos últimos fueron puestos en libertad sin cargos. “Se ha recuperado fruto de los registros de la Policía, no fruto de la colaboración de los sospechosos”, aseguró el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez.

"Sin daños, ni cambios, ni deterioros"

Desde la sustracción del Códice Calixtino, una de las líneas principales de la investigación fue la del robo con colaboración interior o por personal relacionado con la catedral, con conocimiento de los espacios y de las costumbres del personal. El deán de la Catedral ya dijo entonces que “quien se lo llevó sabía de qué se trataba y cómo llegar a él”.

En ambos casos, la tesis mantenía más como posibilidad el hecho de que el robo fuese realizado respondiendo a rencillas personales o a una venganza contra el deán.

Este, José María Díaz, ha confirmado la pésima relación que mantenía con el detenido, electricista de profesión, sobre todo desde su despido. El deán –que se vio forzado a dimitir como archivero de la Catedral– ha aclarado, en cualquier caso, que el Códice Calixtino no ha sufrido daño alguno, pese a que estaba escondido en un garaje de Milladoiro, empaquetado con papel de periódico, dentro de varias bolsas de basura y rodeado de material de albañilería.

Rajoy quiso entregar personalmente el Códice
“Está muy bien. Incluso con algunas señales que yo tenía puestas en el principio de cada libro y en las letras iniciales. Todo está exactamente igual. No aprecio daños, ni cambios, ni deterioro”, añadió.

La entrega oficial al Arzobispado se realizó el 8 de julio –después de encargar un peritaje por posibles daños–. El arzobispo y el deán, que ya habían confirmado el viernes que era el Códice Calixtino, lo recibieron de manos del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. [...]

En el nº 2.809 de Vida Nueva. El códice calixtino regresa a la catedral de Santiago, texto íntegro solo para suscriptores