lunes, 19 de marzo de 2012

La novela de la semana | José Saramago: Claraboya


Sesenta años después de que un joven José Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) escribiera Claraboya, su segunda novela después de Tierra de pecado (1947) aparece por decisión de su viuda, la periodista –suya es, como siempre, la traducción– Pilar del Río.

Más allá de la épica entorno a la novela –entregada por un amigo a una editorial de Lisboa, rechazada por su atrevimiento en plena dictadura de Salazar, perdida, decepción que le llevó a no escribir durante veinte años y recuperada décadas después–, su publicación póstuma supone, básicamente, adentrarse en el origen del gran narrador en el que Saramago se convertiría después.

Es interesante como este Saramago originario suma ya muchas de las habilidades narrativas –evidentemente, también una irregularidad achacable a sus poco más de veinte años– que casi treinta años después le darían renombre.

En él ya habita, además, ese Saramago perplejo ante el destino del hombre –y la mujer, sobre todo ellas: Justina, Rosalía, Mariana– adentrándose por la “claraboya” de un edificio en el que conviven seis familias, un microcosmos de lo que, en plena dictadura, sucede afuera.


José Saramago: Claraboya (Alfaguara), Madrid, febrero de 2012, 415 páginas, 18,50 € en papel (tapa blanda) y 9,99 € en eBook. 


En Vida Nueva, nº 2.792