La custodia en el interior de la catedral durante la muestra. |
La exposición Hoc Hic Mysterium... El esplendor de la Presencia exhibe en la catedral de Lugo 25 piezas de lo mejor de su patrimonio artístico vinculado al privilegio de mostrar permanentemente el Santísimo Sacramento. Y en la que se ve de cerca, por primera vez en 160 años, su magnífica custodia de Sáenz de Buruaga.
La catedral de Lugo muestra hasta fin de febrero Hoc Hic Mysterium… El esplendor de la Presencia, una exposición de exquisito montaje y valiosa selección de piezas que resalta la identificación entre arte, fe y territorio. Y lo hace en torno al privilegio que la catedral de Lugo goza desde la Edad Media: la exhibición permanente del Santísimo Sacramento, bordado en el escudo de Lugo con cáliz y sagrada forma junto a la leyenda Hoc hic misterium fidei firmiter profitemur (He aquí el misterio de fe que firmemente profesamos). Sin duda, la exposición más llamativa que se ha organizado nunca con la propia catedral como protagonista. En la línea, sin necesidad de establecer comparaciones, de “Las Edades del hombre”.
Igual que las convocatorias castellano-leonesas, Hoc hic misterium ha impactado desde que se inauguró el 3 de diciembre, como demuestra la gran afluencia que está teniendo y la satisfacción una vez vista: “El visitante sale de la exposición realmente sorprendido, diría que maravillado por una serie de obras de primera índole que quizás no se esperaba en una catedral como la nuestra –afirma la historiadora Carolina Casal, comisaria de la muestra junto a César Carnero, responsable de Patrimonio de la diócesis lucense–. Lo que vemos es que estamos ante un redescubrimiento de la catedral, tanto por las obras de restauración como por la puesta en valor del Patrimonio que se está haciendo desde el Obispado”.
Una obra que justifica la exposición
Carnero explica cómo la muestra, propuesta por el obispo, Mons. Alfonso Carrasco Rouco, ante las obras de restauración emprendidas en la seo, “intenta ser una aproximación al ser mismo de nuestra Catedral, que, con el privilegio de la Exposición Perpetua en la capilla mayor, define a Lugo como ciudad y diócesis del Sacramento, llegando a configurar los propios símbolos del Cabildo, de la civitas y del propio Reino de Galicia”.
Por ello, con la Custodia de Sáenz de Buruaga como gran eje, la muestra exhibe una veintena de objetos litúrgicos de hasta cinco siglos. “Toda la vida cristiana gira alrededor de la Eucaristía, de ahí que todo lo que esté destinado a ‘confeccionar’ el Sacramento y a contener el Cuerpo de Cristo, busque la excelencia en los materiales y la maestría técnica aportada por los artistas en vasos sagrados, vestiduras, ostensorios…”, enumera Carnero.
Todo este arte sacro destinado a la mesa del altar y al banquete eucarístico (cálices, vinajeras, copones, atriles, misales, cruces, candeleros, acetres, navetas, bandejas, portaviáticos…) se muestra alrededor de la hermosa Custodia que identifica al Cabildo. “Esta obra por sí sola justifica esta exposición, aprovechando la circunstancia excepcional de su retirada para la restauración integral de la capilla mayor”, añade Carnero.
“Es una ocasión única en la vida para poder observar una joya excepcional de cerca y con detalle, porque desde 1860 no se había retirado de su tabernáculo, a más de cuatro metros de altura. Y supongo que hasta dentro de otros ciento cincuenta años no habrá necesidad de volver a bajarla, aunque nosotros ya no estaremos”, afirma Casal. [...]
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