La pasión de la filóloga Ana Cristina Herreros (León, 1946) por el cuento popular no sólo le ha convertido en una de las narradoras orales más cautivadoras que, con el sobrenombre de Ana Griott, lleva recorriendo incansablemente teatros, bibliotecas, escuelas o cárceles desde 1992. También le ha llevado ha sumergirse en la herencia de los cuentos populares y la tradición oral, palpable en recopilaciones como el Libro de monstruos españoles (2009). Ahora, en una fecha oportuna, publica Cuentos populares sobre La madre muerte (Siruela), un intenso recorrido por 44 cuentos sin edad, para todos los públicos, incluso infantil, a la que le ha llevado su ansia de rescatar lo que se pierde:
“Me gusta escribir sobre aquello a lo que esta sociedad le da la espalda. Y la muerte ha dejado de celebrarse porque comenzó a ser eso que había que ocultar, eso que no debía ni mencionarse. Y en este afán por que no se viera, la gente ha olvidado su íntima relación con la vida. Es como con la vejez, que ha dejado de ser esa edad de la dignidad, esa edad a la que se ha llegado después de tanta vida, de tanta sabiduría, y ha pasado a entenderse como una enfermedad mortal que hay que esconder con cirugías, o apartarla de nuestra vida”.
Editora y especialista en literatura infantil y juvenil reescribe su propia versión de cuentos extraídos de las tradiciones española, japonesa, cubana, árabe, china, india e incluso bosquimana entorno a la Madre Muerte, tan poco de moda: “Yo he buscado versiones tradicionales de estos relatos –afirma– y, a partir de ahí, he escrito mis propias versiones, aunque siempre intentando, más o menos, mantenerme fiel a lo leído o escuchado. Pero obviamente tienen mi voz, mi corazón, mis ojos y mi piel, porque esto es contar un cuento en definitiva”. El resultado es, sin duda, extraordinario, intenso, dulce a a vez.
He aquí algunos extractos de la entrevista que próximamente publicaré en la sección de Cultura de la revista Vida Nueva:
Sobre las fuentes:
"La recopilación ha sido un poco fuentes folkloricas, es decir, he partido del repertorio de folkloristas de la Biblioteca Nacional. Y, por otra parte, gracias a mi oficio de narradora, también escuchando. Cuanto tú vas contando por ahí, viene mucha gente a contarte aquellos cuentos de su infancia".
Sobre el título:
"En nuestra tradición oral hay una fuerte presencia de la muerte y, básicamente, lo que tienen en común es la presencia de la muerte como alguien próximo, como alguien cercano que como una madre te acompaña. En cierto modo, esto no es algo original. Está presente en los cuentos alrededor de la muerte de todo el mundo. Por eso quería que en este libro estuvieran presentes narraciones de los cinco continentes. Era un modo de recordar que no somos tan diferentes".
Sobre el día de los Difuntos:
El recordar a la gente que se ha ido es algo maravilloso que nos sirve, también, para vivir mejor. Además, como sucedía antes con el Día de los Difuntos, era un modo de socializar el dolor, de convivencia familiar, de compartir, incluso, una gastronomía característica en honor de los que se fueron. Sin embargo, está siendo sustituido por esa moda espantosa y totalmente importada de Halloween. Una cosa es esa tradición de las luminarias dentro de las calabazas, que es algo que ya existía en muchas zonas rurales, incluso en España, para recordar a los muertos o para que el difunto sepa volver. Y otra muy distinta es este carnaval macabro inspirado en las películas de miedo del cine americano.
Lee aquí algunos fragmentos gracias a la editorial Siruela.
Ana Cristina Herreros (ed.): Cuentos populares sobre la Buena Muerte (Siruela), Madrid, 2011, 221 páginas, 19,95€
Ficha editorial de la wed de la Editorial Siruela