La primera valoración de ANELE apunta a pérdidas que, aún tirando a la baja, alcanzan los 75 millones de euros para el sector editorial por los “recortes” del Gobierno a la enseñanza, 15 por la paralización a última hora de las nuevas titulaciones de FP, además de otros 60 por la eliminación de la reforma de 4º de ESO para el próximo curso y los cambios en el temario de la condenada “Educación para la Ciudadanía”.
JUAN CARLOS RODRÍGUEZ
Que el sistema educativo tiene carencias y necesita mejorarse es una evidencia para todo el sector de la enseñanza, incluido los editores de libros de texto. Tan evidente como que “necesitamos un marco educativo estable y si no se quiere hablar de pacto, al menos tengamos una legislación que de seguridad. Porque cambiar las leyes de educación cada dos por tres es insostenible.
Que el sistema educativo tiene carencias y necesita mejorarse es una evidencia para todo el sector de la enseñanza, incluido los editores de libros de texto. Tan evidente como que “necesitamos un marco educativo estable y si no se quiere hablar de pacto, al menos tengamos una legislación que de seguridad. Porque cambiar las leyes de educación cada dos por tres es insostenible.
Nadie piensa que podamos estar cada cuatro años, según la alternancia política, cambiando el sistema de educación. Además de ser una locura, no tiene explicación”, afirma José Moyano, el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (ANELE). Moyano responde así a los “recortes” del Gobierno de Mariano Rajoy en la enseñanza, que prácticamente avanzan el nuevo sistema educativo que culminará con una nueva ley orgánica que, en principio, el Ministerio de Educación quiere que entre en vigor para el curso 2013-2014.
Pero las consecuencias para los editores de las Medidas urgentes de racionalización del Gasto Público en el ámbito educativo son inmediatas. Con dos frentes abiertos que anulan decisiones del Gobierno de Rodríguez Zapatero para el próximo curso: la anulación en la práctica de los nuevos módulos de Formación Profesional y la suspensión del renovado 4º de ESO, a la que se suma, además, un tercero que va complicándose cada día que pasa: la modificación del currículum de la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”, que se podría quedar sin manuales este próximo curso.
Los tres frentes suponen un serio revés para las 42 empresas editoras –entre ellas, Anaya, Santillana, SM o McGraw-Hill– que dan trabajo a 17.000 personas y representa el 98 % del sector. Los nuevos manuales de FP ya estaban listos para ponerse a la venta en septiembre. Moyano admite quince millones de pérdidas sólo con los libros de FP ya impresos y valora en unos 60 millones de euros los que provocará la suspensión de 4º de ESO –curso en el que se habían incorporado tres nuevas asignaturas entre las optativas, aunque no se habían llevado a imprenta–, que aún no se ha hecho de modo oficial, dado que el Consejo de Ministros todavía no ha publicado el decreto-ley de paralización. “No es que haya incertidumbre. Es que no saben cómo van a abordar ese curso. Lo que de momento han dicho que quieren hacer lo puede decir cualquier persona de la calle aunque no tenga ni idea del sistema educativo”, manifiesta Moyano.
José Moyano, presidente de Anele |
Tampoco se sabe qué va a ocurrir con los manuales de “Educación para la Ciudadanía”, asignatura condenada por el nuevo Gobierno pero que, de momento, no puede cambiar de nombre al anunciado de “Educación Cívica y Constitucional” hasta que no reforme la actual Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), como muy pronto en 2013. Lo que sí está cambiando es el currículum de la asignatura –actualmente, en fase de borrador–, lo cual significa que para el próximo curso cambiará el temario y los manuales.
Sin embargo, avanzado el mes de mayo, Moyano había podido ver un borrador, aunque había recibido la promesa de que tendrían el texto curricular, primero el 19 de marzo, y después antes del 8 de mayo [al cierre de esta edición, aún no lo habían recibido]. "Vamos fuera de plazo –insiste Moyano–. Si son cambios puntuales, terminológicos como dicen, y en donde se aborden más temas constitucionales, quizás podríamos llegar. Pero tan sólo si se eliminan capítulos completos y se añaden otros. En gran parte tendría que ser el libro actual.
El Ministerio había quedado en comunicarnos estos días los currículum definitivos. Además, hay que tener en cuenta que después deben incluirse las modificaciones que legalmente pueden hacer las comunidades autónomas en los contenidos del currículum, de entre un 35 y un 45 por ciento, según tenga o no lengua propia. Si se retrasan más es probable que no haya libros de texto para esta asignatura”. [...]
En el nº 265 (Junio 2012) de Delibros. Texto íntegro sólo en la edición en papel.