jueves, 18 de agosto de 2011

Un poema de Antonio Carvajal: Padre, perdónalos porque no saben qué hacen

En Miradas sobre el agua (Hiperión, 1993) el gran poeta granadino Antonio Carvajal incluyó una sección, la séptima y última precisamente, denominada “Perífrasis de las Siete palabras de Cristo en la cruz”, que contenía siete poemas que había ya publicado en una antología bautizada como Poemas de Granada en 1991. Esos poemas fueron compuestos para acompañar en concierto la gran obra musical de Joseph Haydn que le encargó la iglesia de la Santa Cueva de Cádiz: “Las siete palabras de Cristo en la Cruz”. Veinte años después aquellos poemas –ni qué decir– están plenamente vigentes. Hoy quiero destacar uno, “Padre, perdónalos porque no saben qué hacen”, primero de ellos, que me resulta notablemente actual en el marco de las JMJ y con el primer movimiento del Oratorio de Haydn según el maestro Jordi Savall de fondo:



PADRE, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN QUÉ HACEN

Desde la cima llamo; desde el alto
dolor de un cuerpo en llagas y desnudo,

clamo hacia ti, por ellos, que me tienen

desnudo, herido,

sin saber para qué, por qué lo hicieron.

No es esta desnudez lo que me duele

ni sus bocas de cieno en mis mejillas 

como larva viscosa

de podredumbre, ni esta herida sucia

por no sé qué maldad que yo esperaba,

por no sé qué maldad que yo sabía

en sus pechos crecida.

Me dueles tú, que no apartaste el cáliz.

Me hieres tú, con tu silencio. Tú,

que me has desamparado. No te enojes
con ellos, no te ensañes

con su maldad pequeña, tan mudable

como sus pocas horas. Tu perdón
es la esperanza sola que me queda,
la luz de mi agonía.