No deja de ser curiosa la escasa tradición española en novelas sobre
periodismo, más aún que tengan de escenario la redacción de un periódico. En la
literatura anglosajona son todo un género. Un escritor, un periodista como
Pedro Sorela (1951), que ha vivido lo que narra en primera persona, pero que
también tiene las habilidades –la prosa literaria y la capacidad de
distanciarse de la profesión– necesarias para atreverse con ello, ha construido
un extraordinario testimonio sobre el devenir y el declive de los periódicos,
fiel retrato de un mundo de egos y de ideales inalcanzables.
Sumándole, además, un argumento que sostiene lo narrado
–con Daniel, redactor cultural; B. V., corresponsal de guerra de vuelta a casa,
y Picasso, un director de los que no hay, como protagonistas– y que mantiene el
pulso con el lector. El sol como disfraz
es, dicho todo ello, como afirma Daniel de sus entrevistas, «un dibujo, una
seducción con palabras. No es una foto en ningún caso» del periodismo que se ha
hecho –y hace– en España. Una gran novela, a medio camino entre la fábula y el realismo, pero que manda un mensaje optimista sobre el futuro de la profesión...
Pedro Sorela:
El sol como disfraz (Alfaguara), Madrid, abril de 2012, 344 páginas. Tapa blanda: 18,50 €. Ebook: 8,99 €
En el nº 2.800 de Vida Nueva.