El convento de San José de Ávila celebra
su 450º aniversario con una programación cultural y religiosa
El 24 de agosto de 1562, un año antes de
que finalizara el Concilio de Trento,Teresa de Jesús inició su Camino a
la perfección con la fundación en Ávila de su primer
convento. “Un cielo, si le puede haber en la tierra, para quien solo se
contenta de contentar a Dios y no hace caso del contento suyo”, escribió. 450
años después, aquel convento de San José celebra este aniversario como
prólogo al V centenario del nacimiento de la santa mística en 2015.
“San José fue la primera fundación de la
santa, el lugar con el que haría realidad su pensamiento religioso y que
serviría como inicio de la reforma del Carmelo Descalzo; y hacia San José
debemos conducir todas las miradas durante este aniversario, para resaltar esa
importancia”, explicó el alcalde de Ávila, Miguel Ángel García Nieto, en
la presentación de la programación impulsada por el Centro Internacional de
Estudios Místicos, la orden Carmelita, el Obispado de Ávila y la
Unesco. Exposiciones, conferencias, conciertos, libros, sellos… para
compartir “su esencia y carisma”, según afirma el provincial de los carmelitas
descalzos, el padre Miguel Márquez.
El objeto no es otro
que la programación del Museo Teresiano y el convento de San José –“que sería
una estrella que diese de sí gran resplandor”, según escribió la santa, frase
elegida como lema de la conmemoración por las propias monjas– muestren “los
anhelos, el sentir de la vida contemplativa que viven, que no es patrimonio
suyo, sino de cualquier católico”, según afirma el padre Miguel. “De algún modo
–añade– ellas quieren que toda la programación se convierta en escaparate
de sus vidas y la figura universal de santa Teresa”.
La religiosa fundó el
convento, que en Ávila se conoce también comoLas Madres, con cuatro novicias.
Ahora son 19 las hermanas que desarrollan en él su clausura y que, como apunta
el padre Miguel, se encuentran “ilusionadas y entusiasmadas” ante la
conmemoración. “Fue el primer convento, el inicio de la gran familia de
Teresa, la primera expresión de su anhelo y su estilo de vida, en donde germina
la gran experiencia teresiana”, manifiesta el padre Miguel, a quien las monjas
han elegido para darles su voz.
Una comunidad
implicada
El primer capítulo de
esa programación “que muestre la obra teresiana” ha sido una exposición
dedicada al “glorioso” san José, al que la santa tomó “por abogado y señor”
cuando decidió crear su primer convento tras 30 años en el monasterio de la
Encarnación. Pinturas, grabados y esculturas –incluida una pieza magitral
de Gregorio Fernández– han inundado el claustro de otro convento abulense,
el monasterio de Santa Teresa, conocido como La Santa, de los carmelitas
descalzos, para explicar la devoción que sentía santa Teresa por san José, y en
la que se ha podido ver El sueño de San José, obra procedente del
convento de San José y que ha salido por primera vez de la clausura.
También por primera vez, las monjas van a abrir las
puertas de la clausura a un fotógrafo, Rafael Delgado, cuyas imágenes, con
citas de santa Teresa elegidas por las madres, podrán verse en agosto en el
Palacio de los Verdugos [...].